¡Casi volando!
-¡Sidney no se
va! ¡Mamá! ¡Qué no se va!
-Frankie me alegro mucho. A ver, explícame que
ha pasado.
-Estaban en el
aeropuerto para irse cuando su madre ha comenzado a hablar con un piloto de
avión que estaba desayunando junto a nosotros.
-Creo que ya sé
que ha pasado, pero sigue.
-Pues, allí estábamos
las hermanas de Sidney, Sidney, la madre de ellas, el piloto y yo. El piloto presumía
de su perfecto pelo estirado para un lado i de sus horas más que notables en el
gimnasio, uno de los más caros de la ciudad, según dijo unas cincuenta veces en
toda la mañana.
-Y, ¿que más ha
pasado?
-Pues así, de
golpe, la madre ha decidido quedarse un tiempo más en la ciudad. Sidney me ha
dicho que es por el nuevo piloto. Dice que tiene las características necesarias
para su madre: es guapo, tiene empleo y con muy buen sueldo, la escucha y por
supuesto sin mujer ni hijos. Según Sindey el hombre perfecto para ella y cree
que se queda para conocerlo más y ver si tiene oportunidades y tal.
-Pero... ¿Y luego qué? ¿Se volverá a ir?
- Hemos de hacer
lo posible para que se case con ese piloto adinerado y conseguir así que Sidney
se quede mamá.
- ¿Tenéis algo
planeado ya? Porqué Gordana y tu hermano saben mucho de estas cosas, si
quieres, bueno si ellos quieren, te pueden ayudar.
- Si mamá,
tenemos un plan, pero es secreto, lo siento. Solo quería decirte esto y pedirte
permiso para realizar los planes. ¿Qué me dices?
- Hijo, yo te
dejo, pero confío en ti y por eso no quiero nada de planes extremos. Ni matar a
la madre, ni drogar el pilote, etc. ¡Ja, ja, ja!
-Mamá, no te lo
suelo decir, pero te amo.
-Y yo hijo, y
yo. Anda abrázame.
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